miércoles, 24 de agosto de 2011

Bailando con el Diablo... Ya en Argentina


Mis componentes no son un misterio, pero me han tenido guardado desde el primer momento. Me han vestido de colores y mi nombre no es uno solo, sino muchos, pues quienes mi hicieron no fue uno solo. Escritora, traductores, editores, los señores de la imprenta, son solo unos pocos de todos los que me han ayudado a nacer. Prefiero el nombre de Zarek aunque no soy el mismo que el que se encuentra entre mis rayas de letras, que son mi vestimenta. Prefiero ese nombre, lo considero más personal que el típico: libro, como me suelen llamar a todos en este lugar...
¿Saben? Estoy esperando hace días en este lugar, quiero estar en un espacio donde no me exhiban, sino que me cobijen entre otros libros para por fin estar tranquilo, en una casa tal vez, donde pueda sentir manos suaves acariciando mi lomo y portada. ¿Es lindo? Es como tener una casa.
Tengo en conocimiento de que me han esperado, reclamado e incluso hasta peleado para tenerme. ¿Si me siento alagado? Eso es poco en consideración, pues estoy compuesto de hojas de papel suave y con perfume, ya no soy un simple archivo de PC.
Escucho pasos, fuertes y risas alegres. ¿Quiénes son? ¡Oh! Creo que ya las reconozco, siento manos que me investigan y me hacen cosquillas, algunas veces pasan las hojas rápido una y otra vez para saber si estoy en buen estado, pero deben saber que soy totalmente nuevo, estoy cuidado y preparado para que me metan en una linda bolsa adornada con moños, y ser invitado de ese modo a donde estaré por infinidad de años.
Tal vez con suerte, conozca a más que un par de manos en ese lugar, pues en ocasiones he sabido de mis hermanos que dentro de una casa son capaces de ser leídos por más de una persona. Y ese es mi sueño: tener un estante especial para mí, para descansar después de ser leído y dejado en mesitas de luz, incluso en tocadores, trasnochando para compartir horas y horas con esa persona que con tanto cariño me invito a formar parte de su tiempo y de su vida. Pero deben conocer, que así como tengo un sueño tengo una pesadilla, y esa es que nunca se deshagan de mi, ténganme con cariño y cuidado, pues yo, Zarek, he soñado con ser feliz. ¿Quieres tu hacerme feliz? No tengo reproches, no discrimino ni soy exquisito, quiero un hogar, donde sea y como sea, siempre y cuando, unas dulces manos me elijan para ser leído.
Gabriela Ledesma

1 comentario:

Unknown dijo...

hay que lindo me encanta!! :) yo quiero ese libro jum

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